viernes, 21 de octubre de 2016

Por su parte, el director de la escuela primaria Emiliano Zapata, Josué de Benito Hernández, destacó que durante nueve años,

Con nuevas instalaciones fomentamos la cultura

“Antes, la gente sabía de Chimalhuacán sólo por problemas como la basura e inundaciones; ahora, somos reconocidos por nuestros recintos culturales y el talento artístico”, aseguró la presidenta municipal, Rosalba Pineda Ramírez, durante la inauguración de un aula para talleres de danza en la primaria Emiliano Zapata, ubicada en el barrio Alfareros.

La alcaldesa informó que la obra se construyó con una inversión superior a 500 mil pesos y beneficia directamente a más de 500 estudiantes.

La edil destacó la importancia de que las escuelas de nivel básico cuenten con espacios para fomentar la cultura. “Se acabaron los días en que los estudiantes observaban en la televisión los cuadros dancísticos de los colegios particulares que tienen auditorio; ahora los chimalhuacanos tienen espacios dignos que contribuyen a su educación y desarrollan sus habilidades artísticas".

Explicó que hace 16 años “era una utopía pensar que las escuelas de Chimalhuacán tuvieran aulas dignas y que una institución de educación básica  contara con su propio espacio para practicar danza; sin embargo, gracias a la lucha organizada entre gobierno y ciudadanía este tipo de proyectos son una realidad”.

Por su parte, el director de la escuela primaria Emiliano Zapata, Josué de Benito Hernández, destacó que durante nueve años, los grupos de danza de esta institución han participado en concursos nacionales, ubicándose entre los tres primeros lugares.

“Esta aula contribuirá a que nuestros niños chimalhuacanos fortalezcan sus dotes artísticos y, algún día, pongan muy en alto el nombre de este municipio y el de México”.

Finalmente, la alumna de sexto grado, Getsemaní López Hernández, agradeció el apoyo de las autoridades municipales e invitó a sus compañeros a esforzarse y hacer buen uso de las nuevas instalaciones.

“Para mí es motivante, ya que desde primer grado de primaria practico esta bonita disciplina. Las condiciones para ensayar han cambiado, recuerdo que al principio estábamos en el patio de la escuela soportando las inclemencias del tiempo, con sol, aire y polvo; después, con la construcción del domo mejoraron un poco las circunstancias y ahora contamos con un lugar digno para practicar al lado de nuestros profesores que diario nos motivan”.

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